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Aunque en el artículo se estudian tres personajes femeninos (Antígona, Juana de Arco y Blanca Nieves), aquí reproducimos únicamente el fragmento que hace referencia a esta última. Si quieres leer el artículo completo, aquí te dejamos el enlace:
Josehp John Campbell |
Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra heroína proviene del griego ήρωϊνη y tiene tres acepciones: a) Mujer ilustre y famosa por sus grandes hechos, b) Mujer que lleva a cabo un hecho heroico, y c) Protagonista de una obra de ficción. De acuerdo a esta definición, los tres personajes [Antígona, Juana de Arco y Blanca Nieves] pueden ser catalogados como heroínas.
Campbell (1949) habla del héroe e incluye a personajes masculinos y femeninos en su definición: “El héroe, por lo tanto, es el hombre o la mujer que ha sido capaz de combatir y triunfar sobre sus limitaciones históricas personales y locales y ha alcanzado las formas humanas generales, válidas y normales.”
Por otro lado, a pesar de haber diferencias entre el mito y el cuento de hadas, como lo señala Bettelheim (1977), estas diferencias se centran en algunos aspectos solamente, como el final de la historia. El cuento de hadas tiene casi siempre un final feliz a diferencia del mito. Además el mito nos trasmite el sentimiento de que se da un hecho único, que no podría haberle ocurrido a ninguna otra persona; en cambio lo que ocurre en el cuento de hadas, a pesar de ser improbable e insólito, se presenta como algo que podría sucederle a cualquier persona.
Campbell (1949) habla del héroe e incluye a personajes masculinos y femeninos en su definición: “El héroe, por lo tanto, es el hombre o la mujer que ha sido capaz de combatir y triunfar sobre sus limitaciones históricas personales y locales y ha alcanzado las formas humanas generales, válidas y normales.”
Por otro lado, a pesar de haber diferencias entre el mito y el cuento de hadas, como lo señala Bettelheim (1977), estas diferencias se centran en algunos aspectos solamente, como el final de la historia. El cuento de hadas tiene casi siempre un final feliz a diferencia del mito. Además el mito nos trasmite el sentimiento de que se da un hecho único, que no podría haberle ocurrido a ninguna otra persona; en cambio lo que ocurre en el cuento de hadas, a pesar de ser improbable e insólito, se presenta como algo que podría sucederle a cualquier persona.
Sin embargo, Bettelheim (1977) a pesar de centrarse en las diferencias entre uno y otro, observa que muchos autores señalan que ambos, el mito y el cuento de hadas tienen un origen común: “…los mitos y los cuentos de hadas derivaron de, o dan expresión simbólica a, ritos de iniciación u otros ritos de pasaje, tales como la muerte metafórica de un yo, viejo e inadecuado, para renacer en un plano superior de existencia.” Campbell (1949) señala: “…los símbolos de la mitología no son fabricados, […] Son productos espontáneos de la psique y cada uno lleva dentro de sí mismo, intacta, la fuerza germinal de su fuente.”
Campbell (1949) se centra en las semejanzas entre los mitos y los cuentos de hadas. Señala que los mitos como los cuentos de hadas, parten de una historia común, un monomito. “Es asunto propio de la mitología y de los cuentos de hadas revelar los peligros específicos y las técnicas del oscuro camino interior que va de la tragedia a la comedia.”
Rank (1909) habla de una leyenda patrón que comparten la mayoría de los mitos sobre el nacimiento del héroe y en la que se basan otros mitos, cuentos de hadas y novelas literarias, entre otras. “Innumerables cuentos de hadas, relatos y poemas de toda época, hasta la literatura dramática y novelística más reciente, muestran importantes temas individuales, bien diferenciados, de este mito.”
Rank (1909) describe los hechos que se dan alrededor del nacimiento del héroe y describe muchas historias que parten del mismo prototipo. “…los mitos […] son estructuras de la facultad humana de la imaginación que en determinada época fueron proyectadas, por ciertas razones a la esfera celeste”. Rank (1909) señala que muchos autores plantean el mismo origen para el cuento de hadas.
Campbell (1949) se centra en las semejanzas entre los mitos y los cuentos de hadas. Señala que los mitos como los cuentos de hadas, parten de una historia común, un monomito. “Es asunto propio de la mitología y de los cuentos de hadas revelar los peligros específicos y las técnicas del oscuro camino interior que va de la tragedia a la comedia.”
Rank (1909) habla de una leyenda patrón que comparten la mayoría de los mitos sobre el nacimiento del héroe y en la que se basan otros mitos, cuentos de hadas y novelas literarias, entre otras. “Innumerables cuentos de hadas, relatos y poemas de toda época, hasta la literatura dramática y novelística más reciente, muestran importantes temas individuales, bien diferenciados, de este mito.”
Rank (1909) describe los hechos que se dan alrededor del nacimiento del héroe y describe muchas historias que parten del mismo prototipo. “…los mitos […] son estructuras de la facultad humana de la imaginación que en determinada época fueron proyectadas, por ciertas razones a la esfera celeste”. Rank (1909) señala que muchos autores plantean el mismo origen para el cuento de hadas.
(...)
Blanca Nieves
Este personaje puede ser llamado heroína por ser la protagonista de una obra de ficción. Bettelheim (1977) se ha ocupado del análisis de este cuento señalando que se evidencia el proceso de crecimiento y los conflictos edípicos, que se demuestran en la rivalidad con la madre (madrastra).
Es importante señalar que cuando el espejo empieza a señalar a Blanca Nieves como la más hermosa y despierta los celos de la reina, ella tenía siete años. Se traen a escena entonces los conflictos del crecimiento, las pruebas que se deben pasar y las cosas que hay que dejar atrás.
Sin embargo, no nos vamos a detener en el análisis del cuento en sí, sino en las similitudes de esta historia con las tesis de Rank (1909) y Campbell (1949), así como los aspectos de género inmersos en la historia.
Es importante señalar que cuando el espejo empieza a señalar a Blanca Nieves como la más hermosa y despierta los celos de la reina, ella tenía siete años. Se traen a escena entonces los conflictos del crecimiento, las pruebas que se deben pasar y las cosas que hay que dejar atrás.
Sin embargo, no nos vamos a detener en el análisis del cuento en sí, sino en las similitudes de esta historia con las tesis de Rank (1909) y Campbell (1949), así como los aspectos de género inmersos en la historia.
Podemos observar entonces que Blanca Nieves tiene un origen noble (princesa), aparece una profecía (espejo) que advierte a la reina (madrastra y única figura parental) sobre el peligro para ésta. Luego como se señala en el mito del héroe, Blanca Nieves es expulsada del reino y condenada a morir. El cazador, se apiada de ella, como sucede en los mitos, y la deja libre. Cambia el corazón y las entrañas de Blanca Nieves por las de un animal y se las lleva a la reina para probar el asesinato. Blanca Nieves pasa los años al cuidado de los enanitos, quienes son las figuras protectoras y la previenen de los peligros. Es descubierta por la reina y envenenada. Sin embargo, aparece el príncipe que la salva al mover la urna, se casa con ella y de esta manera, alcanza el triunfo y se venga de la madrastra.
Campbell (1949) señala varios datos que encajan con esta historia. Este autor señala que mientras los héroes míticos alcanzan un triunfo macroscópico, los héroes de cuentos de hadas tienen un triunfo doméstico, para su propia vida. Esto es señalado también por Bettelheim (1977) al explicarnos que generalmente los héroes de cuentos de hadas tienen nombres comunes y tratan sobre lo que pasan todos los niños al crecer.
La llamada a la aventura en el caso de Blanca Nieves, es la llamada a los cambios de la adolescencia. Es el “despertar del yo”.
Al iniciar la aventura el héroe entra en un territorio desconocido. Campbell (1949) señala que esto se representa de muchas formas: “Esta fatal región de tesoro y peligro puede ser representada de varias formas: como una tierra distante, un bosque, un reino subterráneo, […] pero siempre es un lugar de fluidos extraños y seres polimorfos, tormentos inimaginables, hechos sobrehumanos y deleites imposibles.” En el caso de Blanca Nieves es el bosque y las criaturas que viven en él (los enanos). Estos son los que le brindan la ayuda sobrenatural. Estos seres guardianes unen en sí mismos todas las ambigüedades del inconsciente (Campbell, 1949).
Campbell (1949) señala varios datos que encajan con esta historia. Este autor señala que mientras los héroes míticos alcanzan un triunfo macroscópico, los héroes de cuentos de hadas tienen un triunfo doméstico, para su propia vida. Esto es señalado también por Bettelheim (1977) al explicarnos que generalmente los héroes de cuentos de hadas tienen nombres comunes y tratan sobre lo que pasan todos los niños al crecer.
La llamada a la aventura en el caso de Blanca Nieves, es la llamada a los cambios de la adolescencia. Es el “despertar del yo”.
Al iniciar la aventura el héroe entra en un territorio desconocido. Campbell (1949) señala que esto se representa de muchas formas: “Esta fatal región de tesoro y peligro puede ser representada de varias formas: como una tierra distante, un bosque, un reino subterráneo, […] pero siempre es un lugar de fluidos extraños y seres polimorfos, tormentos inimaginables, hechos sobrehumanos y deleites imposibles.” En el caso de Blanca Nieves es el bosque y las criaturas que viven en él (los enanos). Estos son los que le brindan la ayuda sobrenatural. Estos seres guardianes unen en sí mismos todas las ambigüedades del inconsciente (Campbell, 1949).
Para Bettelheim (1977), los enanos representan las personas que no han crecido que han quedado en la pregenitalidad. En este sentido, Blanca Nieves se convierte luego en la protectora de éstos desarrollando en cierto modo, sus características maternales.
Siguiendo la historia, las pruebas aparecen con los engaños de la madrastra para asesinarla. Los enanitos la salvan dos veces y le advierten que tenga cuidado. Finalmente es envenenada con la manzana y permanece dormida (encantada) durante largo tiempo. Bettelheim (1977) entiende esto como el período de la latencia y luego despierta a la adolescencia, a la vida sexual en el matrimonio con el príncipe. Campbell (1949) habla de pasar al mundo desconocido y luego regresar al mundo con el elíxir. “…la criatura del destino tiene que afrontar un largo período de oscuridad. Este es un momento de extremo peligro, impedimento o desgracia. Es lanzado a sus propias profundidades interiores o hacia fuera, a lo desconocido; de cualquier modo, todo lo que toca es la oscuridad inexplorada.” En este caso, Blanca Nieves trae el elíxir de su propia vida: el despertar a la adultez, al amor, a la sexualidad. La reconciliación con el padre, puede ser entendida en este caso, como la disposición para el príncipe. Al aceptar al príncipe, acepta simbólicamente a la figura paterna.
Blanca Nieves, a diferencia de Antígona y Juana es víctima de las circunstancias. Asiste pasiva a los cambios que le ocurren, y es el tiempo y la figura masculina la que la devuelve a la vida. Su papel es completamente femenino, ella no busca activamente el triunfo, representado por el acceso al matrimonio, sino que es el hombre el que la rescata. Su don es su belleza y gracias a ésta, alcanza el triunfo. “Y cuando el aventurero, desde este punto de vista, no es un joven sino una doncella, ella es quien, por medio de sus cualidades, su belleza o su deseo, está destinada a convertirse en la consorte de un ser inmortal” (Campbell, 1949).
Es interesante también, como en Blanca Nieves, la lucha no se da contra un personaje masculino, como en Antígona contra Creonte y Juana de Arco contra los soldados ingleses y luego contra la Inquisición (personajes masculinos). En el caso de Blanca Nieves, la lucha se da contra la madre-madrastra. La venganza se lleva a cabo sobre ésta (ser reina y más hermosa). Campbell (1949) señala. “…el hijo contra el padre por el dominio del universo, y la hija contra la madre para ser el mundo dominado.”
Blanca Nieves lucha contra la madre y se contenta con ser el mundo dominado y, curiosamente, es la única de nuestras tres heroínas que sobrevive. Muestra la conducta que deben seguir las mujeres y la promesa es la felicidad para siempre.
Siguiendo la historia, las pruebas aparecen con los engaños de la madrastra para asesinarla. Los enanitos la salvan dos veces y le advierten que tenga cuidado. Finalmente es envenenada con la manzana y permanece dormida (encantada) durante largo tiempo. Bettelheim (1977) entiende esto como el período de la latencia y luego despierta a la adolescencia, a la vida sexual en el matrimonio con el príncipe. Campbell (1949) habla de pasar al mundo desconocido y luego regresar al mundo con el elíxir. “…la criatura del destino tiene que afrontar un largo período de oscuridad. Este es un momento de extremo peligro, impedimento o desgracia. Es lanzado a sus propias profundidades interiores o hacia fuera, a lo desconocido; de cualquier modo, todo lo que toca es la oscuridad inexplorada.” En este caso, Blanca Nieves trae el elíxir de su propia vida: el despertar a la adultez, al amor, a la sexualidad. La reconciliación con el padre, puede ser entendida en este caso, como la disposición para el príncipe. Al aceptar al príncipe, acepta simbólicamente a la figura paterna.
Blanca Nieves, a diferencia de Antígona y Juana es víctima de las circunstancias. Asiste pasiva a los cambios que le ocurren, y es el tiempo y la figura masculina la que la devuelve a la vida. Su papel es completamente femenino, ella no busca activamente el triunfo, representado por el acceso al matrimonio, sino que es el hombre el que la rescata. Su don es su belleza y gracias a ésta, alcanza el triunfo. “Y cuando el aventurero, desde este punto de vista, no es un joven sino una doncella, ella es quien, por medio de sus cualidades, su belleza o su deseo, está destinada a convertirse en la consorte de un ser inmortal” (Campbell, 1949).
Es interesante también, como en Blanca Nieves, la lucha no se da contra un personaje masculino, como en Antígona contra Creonte y Juana de Arco contra los soldados ingleses y luego contra la Inquisición (personajes masculinos). En el caso de Blanca Nieves, la lucha se da contra la madre-madrastra. La venganza se lleva a cabo sobre ésta (ser reina y más hermosa). Campbell (1949) señala. “…el hijo contra el padre por el dominio del universo, y la hija contra la madre para ser el mundo dominado.”
Blanca Nieves lucha contra la madre y se contenta con ser el mundo dominado y, curiosamente, es la única de nuestras tres heroínas que sobrevive. Muestra la conducta que deben seguir las mujeres y la promesa es la felicidad para siempre.
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Blanca Nieves en cambio, no transgrede las normas, obedece las reglas de la sociedad y de su sexo. Se comporta como una típica heroína femenina según Graña (1994), con pasividad y resignación. El heroísmo pasivo, la resignación, la devoción y la fidelidad, son las virtudes de las mujeres. Las virtudes que la sociedad espera de ellas.
(...)
Por otro lado, si bien [Blanca Nieves como heroína] sigue mucho de los aspectos descritos para el héroe, por Rank y Campbell, hay ciertas diferencias que se centran en las tareas y las acciones esperadas para las mujeres.
En todos los casos, se hace por lo menos una mención a la belleza. No se puede dejar de ver a la belleza como el don femenino por excelencia. En segundo lugar, todas las heroínas son vírgenes. (...) La virginidad, entonces, es uno de los aspectos esenciales de la heroína, le da legitimidad desde el punto de vista patriarcal. Sin embargo, los mitos de las heroínas expresan no sólo un mensaje para la humanidad, sino para las mujeres en particular.
Campbell (1949) señala que los mitos del fracaso nos señalan la enseñanza práctica para las personas. Se podría plantear una moraleja final (...): “Si eres mujer, no puedes luchar por el dominio del universo. Si lo haces vas a ser condenada a morir.”
En todos los casos, se hace por lo menos una mención a la belleza. No se puede dejar de ver a la belleza como el don femenino por excelencia. En segundo lugar, todas las heroínas son vírgenes. (...) La virginidad, entonces, es uno de los aspectos esenciales de la heroína, le da legitimidad desde el punto de vista patriarcal. Sin embargo, los mitos de las heroínas expresan no sólo un mensaje para la humanidad, sino para las mujeres en particular.
Campbell (1949) señala que los mitos del fracaso nos señalan la enseñanza práctica para las personas. Se podría plantear una moraleja final (...): “Si eres mujer, no puedes luchar por el dominio del universo. Si lo haces vas a ser condenada a morir.”
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